Tecnología y discapacidad visual… cada vez más cerca (II), proyecto de la UMH
Siguiendo con la serie de apps y gadgets desarrollados para las personas con discapacidad visual, he encontrado otro dispositivo interesante y que ha sido inventado y desarrollado muy cerca de aquí, en la Cátedra de Investigación en Retinosis Pigmentaria Bidons Egara y el grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, coordinados por el profesor Eduardo Fernández.
Se trata de un bastón “inteligente” para ayudar a la movilidad de los invidentes. El nuevo sistema emite un aviso que detecta objetos que supongan un peligro para la integridad de la persona, a través de un innovador sistema de vibración colocado en la muñeca.
El bastón tradicional que utilizan las personas con problemas visuales facilita el rastreo y la detección de los obstáculos que se encuentran en su camino, sin embargo, sólo permite detectar obstáculos que se encuentran por debajo de la cintura de sus usuarios y los deja expuestos a objetos altos o suspendidos como, por ejemplo, ramas de árboles, extintores, retrovisores de camiones y autobuses, etc.
El nuevo bastón genera avisos ante obstáculos por encima de la cintura que representen un serio peligro y que sean imposibles de detectar mediante un bastón blanco tradicional.
Se trata de un utensilio similar al que las personas ciegas utilizan habitualmente, pero incorpora tres sensores de ultrasonidos que van detectando los objetos que tiene delante, de forma que el bastón avisa al usuario mediante una vibración en caso de que con el uso manual del bastón no pueda detectar un objeto. Como en el caso de los bastones estándar, los de ultrasonidos también se adaptan a las características físicas del usuario.
Los tres sensores se encuentran colocados en el bastón de una manera determinada en función de la altura y el ancho de espalda de las personas invidentes, y con ello se evita también que el bastón detecte objetos que no suponen ningún riesgo para el invidente, por ejemplo las paredes laterales de un pasillo.
En las primeras pruebas vibraba la empuñadura del bastón, lo cual confundía al usuario con la vibración del terreno, por lo que tuvo que trasladarse el mecanismo de vibración a una pulsera que se lleva en la muñeca. El utensilio se encuentra a la espera de que la ONCE, que ha realizado un seguimiento constante desde el inicio del proyecto, emita el informe final positivo.
Este es otro ejemplo de cómo puede aproximarse la investigación universitaria a las necesidades de la sociedad, desarrollando ideas y equipos que puedan tener una aplicación inmediata en mejorar la vida de los ciudadanos, especialmente de aquellos con una discapacidad. Un ejemplo que debe cundir y ser imitado cada día más…
Os dejo con el enlace de la presentación del bastón en la UMH:
Un saludo y hasta el próximo post,
¿Qué tipo de investigaciones te gustarían que se realizaran en las universidades?¿Estamos capacitados para competir con otros países?¿Algún día podremos compararnos a nivel de I+D a otros países avanzados?